El bruxismo es un rechinar involuntario de los dientes y apretar la mandíbula. Estas acciones generalmente ocurren durante las horas de sueño de una persona, pero la destrucción grave también puede resultar del bruxismo diurno.
El bruxismo leve puede no requerir tratamiento. Sin embargo, en algunas personas, el bruxismo puede estar totalmente libre de síntomas o tener signos y síntomas no reconocidos. También puede causar síntomas frecuentes y graves que conducen a otros problemas como trastornos de la mandíbula, dolores de cabeza, dientes dañados y más.
Debido a que puede tener bruxismo del sueño y no ser consciente de él hasta que se desarrollen complicaciones, es importante conocer los signos y síntomas del bruxismo y buscar atención dental regular.
Los signos y síntomas del bruxismo pueden incluir:
- Aumento de la sensibilidad dental (la causa más común es el bruxismo)
- Rechinar o apretar los dientes, que puede ser lo suficientemente fuerte como para despertar a su compañero de sueño.
- Dientes aplanados, fracturados, astillados o flojos.
- Esmalte dental desgastado, exponiendo capas más profundas de los dientes.
- Dolor en la mandíbula o la cara
- Músculos de la mandíbula cansados o apretados
- Dolor que se siente como un dolor de oído, aunque en realidad no es un problema con el oído.
- Dolor de cabeza sordo que se origina en las sienes o delante de la oreja.
- Daño por masticar el interior de su mejilla
¿Por qué es importante tratar el bruxismo?
- Recesión de las encías. El bruxismo es una causa principal de recesión de las encías y pérdida de dientes. La molienda puede dañar el tejido blando o causar astillado de la estructura de la raíz en la línea de las encías, eliminando las fibras de anclaje de los tejidos. Esto comenzará efectivamente la recesión y puede conducir a dientes flojos y bolsas profundas donde las bacterias pueden colonizar y descomponer el diente o el hueso de soporte. En general, la sensibilidad al frío está presente, especialmente durante los años 20 y 30, y los dientes se vuelven menos sensibles con el tiempo.
- Dolor facial. Rechinar puede eventualmente acortar y embotar los dientes. Esto puede provocar dolor muscular en la región del pómulo y el oído y, en casos graves, dolores de cabeza…
- Trauma oclusal (sobrecarga del soporte de los dientes). Los patrones de desgaste anormales en las superficies oclusales (de masticación) de los dientes pueden provocar fracturas que, si no se tratan, pueden requerir un tratamiento restaurador mayor en un momento posterior (como coronar todos los dientes restantes). El daño a los ligamentos y huesos de soporte puede causar pérdida de hueso y apego, acelerando la periodontitis. Esta puede ser la razón por la que algunos dientes se ven gravemente afectados por la enfermedad de las encías y otros se salvan.
- Artritis. En los casos más severos, el bruxismo eventualmente puede conducir a una artritis dolorosa en las articulaciones temporomandibulares (TMJ) que pueden evitar que la mandíbula se abra y cierre suavemente sin dolor.
Opciones de tratamiento
Aunque no existe una cura conocida para el bruxismo, hay una variedad de dispositivos y servicios disponibles para ayudar a tratar el bruxismo:
- Protectores bucales. Se puede diseñar un protector bucal acrílico a partir de impresiones de dientes para minimizar la acción abrasiva de molienda durante el sueño normal. Los protectores bucales deben usarse a largo plazo para ayudar a prevenir el daño dental. Los protectores bucales generalmente disminuirán la actividad muscular y ayudarán a eliminar los dolores de cabeza relacionados con el bruxismo.
- Botox: Puede inyectarse en los músculos responsables del bruxismo al deshabilitarlos lo suficiente como para evitar la molienda, pero no lo suficiente como para interrumpir la masticación normal.
- Ajuste oclusal o de mordida: Esto puede ser muy útil si tiene dientes que se unen prematuramente o en superficies incorrectas / anguladas. Eliminar contactos incorrectos puede servir para eliminar los desencadenantes del bruxismo. Estos desencadenantes pueden impedir que la articulación de la mandíbula alcance su estado más relajado. Se reclutan músculos pequeños para mover la mandíbula donde los dientes se ajustan mejor, tirando así de músculos más grandes y fuertes que cierran la mandíbula que son hiperactivos.
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